por Antonio Donnangelo

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Introducción


La flavescencia dorada es una enfermedad muy grave que afecta a las plantas de vid causada por un fitoplasma que ataca el sistema vascular de las plantas. La flavescencia dorada puede propagarse rápidamente a través de un insecto vector, el
Scaphoideus titanus
una cigarra que realiza su ciclo dentro del viñedo. Al alimentarse de vides infectadas, Scaphoideus adquiere el fitoplasma y permanece infeccioso durante todo su ciclo vital.

Esta enfermedad es un problema importante para la industria vitivinícolaPor ello, las autoridades italianas y los operadores vitivinícolas han adoptado diversas estrategias para contrarrestar esta adversidad, entre ellas programas de seguimiento, promoción de prácticas agronómicas adecuadas y campañas de sensibilización implicar a los viticultores en la lucha contra la enfermedad.


Control obligatorio

La flavescencia dorada es una enfermedad incluida entre las plagas de cuarentena de importancia para la Unión Europea; por lo tanto, está sujeta a control fitosanitario obligatorio, de conformidad con el Reg. UE 2019/2072 de 28/11/2019. Al estar sujeta a un control obligatorio, la flavescencia dorada requiere un seguimiento para identificar las plantas sintomáticas con el fin de aplicar medidas para contener la enfermedad.


Control de la flavescencia dorada mediante dron

Actualmente, el seguimiento de la flavescencia dorada se basa en la observación visual por parte de operadores cualificados que comprueban la presencia de síntomas característicos como el arrugamiento de las hojas, el amarilleamiento/enrojecimiento y la degradación de los brotes.

El control visual de la flavescencia por parte de los operadores agrícolas presenta ciertamente algunos inconvenientes. La subjetividad de la interpretación, las limitaciones de cobertura, los tiempos de diagnóstico y la fatiga visual son factores que pueden afectar a la eficacia y precisión de la supervisión. Para superar estos inconvenientes, se pueden utilizar tecnologías automatizadas que mejoren la eficacia y objetividad de la vigilancia de las enfermedades, como el uso de drones.

Recientemente, investigadores de la École d’ingénieurs de Purpan (Francia) publicaron un artículo sobre este mismo tema. El objetivo del trabajo era evaluar la viabilidad de discriminar los síntomas de flavescencia dorada en cultivares tintos (Gamay y Duras) y blancos (Colombard y Sauvignon) de la vegetación sana utilizando imágenes de drones de teledetección (Fig. 1).

Fig.1: ortofotos en falso color de los 2 viñedos de uva tinta seleccionados (Gamay y Duras) y localización de todas las vides infectadas. El tamaño de los círculos rosas varía en función de la gravedad de la enfermedad. Las dos imágenes que aparecen debajo de cada ortofoto ofrecen una visión general del viñedo y muestran un ejemplo de vid infectada.

El análisis de los resultados permitió discriminar las plantas de vid enfermas de las sanas. Los mejores resultados se registraron con las variedades tintas, en las que gracias a determinados índices (RGI y GRVI) los investigadores mostraron una fuerte discriminación entre píxeles de plantas enfermas y sanas. En cuanto a las variedades blancas, los resultados fueron menos significativos. Los investigadores concluyen que, teniendo en cuenta el error de clasificación de los píxeles, se puede proponer una técnica operativa de cartografía de la flavescencia dorada utilizando imágenes de drones de teledetección.

Conclusiones
La monitorización de la flavescencia dorada con un dron podría ofrecer varias ventajas en el control y gestión de la enfermedad, permitiendo una detección temprana, una intervención a tiempo y una mejor planificación estratégica para preservar la salud de la vid y la producción de uva.

Debido a su altísima resolución espacial y a la flexibilidad de su planificación de vuelo, la detección de la flavescencia mediante drones es de gran interés, ya que los síntomas suelen distribuirse en pequeñas manchas y pueden ser visibles sólo durante breves periodos a lo largo del año. La vigilancia periódica con drones permitiría detectar precozmente los signos y síntomas de la flavescencia dorada, lo que permitiría a los viticultores intervenir rápidamente, tomando medidas preventivas para limitar la propagación de la enfermedad y minimizar los daños. Además, en comparación con las metodologías de vigilancia tradicionales, los drones pueden cubrir zonas más amplias en menos tiempo y llegar a zonas de difícil acceso, como pendientes pronunciadas o terrenos irregulares, lo que reduce los costes operativos generales.

Mediante un seguimiento sistemático y regular de los viñedos a lo largo del tiempo, se puede obtener una documentación precisa del estado de las vides a lo largo de las temporadas, lo que permite comprender mejor las tendencias y los patrones de propagación de las enfermedades. Esta información puede ser útil para la planificación estratégica a largo plazo y la adopción de medidas preventivas más eficaces.